Un hogar dispuesto para los cuidados del paciente
- El momento del regreso a casa después de un trasplante puede estar lleno de felicidad, pero también de incertidumbre por parte del paciente como de sus familiares, ya que se enfrentan a cambios rutinarios y emocionales. Es común sentir temor por varios aspectos como son: un posible rechazo, cómo abordar la vida laboral y personal, el desarrollo de actividades cotidianas, entre otros. Es por eso que se debe crear una red de apoyo social con las personas más allegadas al paciente trasplantado para que lo ayuden a solventar este periodo.El objetivo es que la persona vaya retomando paulatinamente a su vida normal, mientras sigue las recomendaciones puntuales del médico tratante.
El cuidador, indispensable para una satisfactoria recuperación

El periodo de recuperación de un trasplante requiere de cuidados especiales que el paciente por sí solo no puede gestionar, ya que durante varias semanas se sentirá tan débil que no podrá ocuparse de su hogar o de sus necesidades médicas, por lo que debe designar a una persona que lo cuide después de someterse a este procedimiento.
El cuidador, que en muchas ocasiones es un familiar o un allegado, debe estar disponible tanto de día como de noche, para dar apoyo y permitir que el proceso de recuperación se lleve a cabo de manera exitosa. Entre sus funciones están:
- Acompañar al paciente a sus citas de control en su centro de trasplante
- Revisar la temperatura
- Estar pendiente de los síntomas o cambios que se puedan presentar
- Brindar apoyo emocional
- Administrar los medicamentos
- Limpiar el hogar
- Cocinar de acuerdo con las recomendaciones del especialista
Consejos para evitar una infección grave
Cualquier paciente que se haya sometido a un trasplante de órganos está expuesto a que se presente una infección, debido a que el sistema inmune estará debilitado por el uso de los inmunosupresores. Asimismo, existe mayor riesgo al contagio de enfermedades.
Sin embargo, se pueden tomar algunas medidas para reducir las probabilidades de infección, por ejemplo:
- Lavarse las manos constantemente
- Mantenerse alejado de personas enfermas
- Tomar duchas diarias
- Ventilar el hogar con frecuencia
- Cambiar las sábanas a menudo
- Lavarse los dientes luego de cada comida
- Evitar compartir artículos personales como: toallas, cubiertos, peines, entre otros.
La importancia de la nutrición después del trasplante
La alimentación que debe llevar el paciente dependerá en gran medida de las necesidades y circunstancias de cada uno. Por lo mismo, debe acudir a la cita con el dietista para que le adapte un plan de alimentación personalizado que le proporcione calidad de vida.
No obstante, es indispensable que el paciente trasplantado se alimente saludablemente y de manera equilibrada, planificando sus comidas y meriendas para que mantenga un peso saludable. Entre las recomendaciones de los especialistas a manera general son:
- Moderar el consumo de sal
- Consumir alimentos bajos en grasa
- Tomar productos lácteos descremados
- Ingerir bebidas sin azúcar
En cuanto al consumo de proteínas, el paciente trasplantado deberá consumir más de lo habitual después del trasplante para ayudar a desarrollar el tejido muscular que se destruye con las altas dosis de esteroides.
Muchas personas tienden a subir de peso luego de un trasplante, ya que tienen mayor apetito, así que es importante estar controlando el peso para evitar que se presenten enfermedades cardiacas, hipertensión arterial alta o diabetes.
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Fuentes consultadas
Revista Ciencia y Cuidado, El cuidador, rechazo y pérdida del trasplante renal en niños y adolescentes
Kidney, Dieta y Trasplante