El embarazo en una paciente con enfermedad renal crónica
Las mujeres en estado de gestación experimentan varios cambios en su organismo, entre ellos, la adaptación del sistema renal. Los riñones empiezan a recibir más sangre y aumentan la cantidad de filtración que se debe realizar.
Al padecer una enfermedad renal crónica, y con los cambios hormonales que presentan las mujeres, se les puede complicar quedar en gestación.
Es de resaltar que la propia enfermedad renal altera el ciclo ovárico y hace que la mayoría de las mujeres se vuelvan anovulatorias y sufran de amenorreas.
Quienes decidan quedar en embarazo, deben tomar cuidados precisos, supervisada por el especialista, para mantenerse tanto ella como al feto en las mejores condiciones posibles, ya que este caso resulta ser todo un reto.
Tratamientos a implementar durante el embarazo
Una persona en estado de gestación con enfermedad renal crónica debe mantener ciertos cuidados para optimizar su vida y la del feto, es por ello por lo que deberá someterse a una valoración en la que participarán esencialmente el nefrólogo y el obstetra, ya que deben tener un conocimiento profundo del caso del paciente.
Asimismo, es importante que asista a las consultas para que reciba una adecuada atención clínica y le evalúen su presión arterial, el peso, mediciones frecuentes de nitrógeno ureico en sangre, purificación de creatinina a intervalos determinados por la gravedad y la progresión de la enfermedad, entre otros.
De igual manera, la paciente obstétrica deberá acudir a sus controles de gestación y realizarse ecografías para monitorear el crecimiento del feto, así como malformaciones u otros eventos adversos. Hay mujeres embarazadas a las que se les recomienda hospitalización o reposo en cama después de 28 semanas de embarazo, con el objetivo de que se pueda realizar una vigilancia prenatal y se regule su presión arterial.
Riesgos del feto si la madre padece enfermedad renal crónica
Un diagnóstico y tratamiento temprano son fundamentales para llevar a cabo un desenlace positivo ente la madre y el feto. La presencia de la enfermedad renal crónica en el embarazo altera el pronóstico fetal, conllevando a los siguientes riesgos:
- Retardo del crecimiento intrauterino
- Muerte neonatal
- Bajo peso al nacer
- Parto prematuro
- Dificultad respiratoria
De igual manera, hay ciertos riesgos para la madre como son:
- Aceleramiento en cuanto a la pérdida de la función renal
- Diabetes
- Preeclampsia y Eclampsia
- Hipertensión crónica
- Enfermedad cardiaca y pulmonar
- Anemia
El manejo del paciente con enfermedad renal crónica y el embarazo es un desafío porque numerosos factores afectan las conexiones entre la madre y el feto. Por lo tanto, es necesario un abordaje multidisciplinario oportuno que involucre a un ginecólogo, un internista y un nefrólogo.
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