El cuerpo humano tiene la capacidad de actuar con su sistema de defensas contra enfermedades infecciosas (bacterias, virus, hongos) y el desarrollo de tumores. Esto gracias a que identifica la presencia de agentes externos y desencadena una respuesta inmunológica. Pero, este sistema de defensa en algunas ocasiones puede afectar al órgano trasplantado y causar el rechazo del trasplante.
La inmunidad puede ser innata y adaptativa; la innata es heredada de padres a hijos, no aprende nada nuevo y genera defensas por medio de un sistema celular de monocitos, macrófagos, neutrófilos, entre otros, que tiene codificados sus receptores de identificación de agentes extraños y está diseñado para reaccionar ante elementos de riesgo infeccioso o tumoral.
La inmunidad adaptativa es aprendida, lo que significa que el cuerpo necesita enfrentarse previamente a ciertos elementos (antígenos). Asimismo aprende a reconocerlos como extraños y posteriormente a reaccionar con una respuesta inmunológica secundaria. Es importante resaltar que esta inmunidad no es transmitida por los padres.
Igualmente, en respuesta a la presencia de un cuerpo externo, el sistema inmune procede a afectar inmediatamente con los anticuerpos que produce. Además, actúa de forma efectiva contra patógenos que pueden liberar toxinas, microorganismos y células cancerígenas.
En el caso de un paciente trasplantado se puede presentar una situación similar, ocasionando el rechazo del trasplante. Los pacientes que han recibido un trasplante de órganos son medicados con inmunosupresores o medicamentos antirechazo. Lo anterior se hace con el objetivo de evitar que el sistema inmune ataque el órgano trasplantado.
¿Cuándo se produce un rechazo de trasplante?
Luego del trasplante de órgano se realiza terapia de manera permanente para prevenir el rechazo del órgano trasplantado. Se produce rechazo al suspenderse la medicación o cuando los niveles de medicamentos son bajos. Todo dado por alguna condición médica que amerite reducir la dosis.
Tipos de rechazo de órgano
Existen tres tipos de rechazo de trasplante, los síntomas son similares. Sin embargo, varía el tiempo que se tardan en aparecer. A continuación te los mencionamos:
• Rechazo hiperagudo:
Se presenta al poco tiempo de realizar el trasplante. Incluso unos minutos después del procedimiento quirúrgico. Eso sí, el peligro para el paciente es alto, ya que su vida puede estar en riesgo. Por lo cual, el órgano debe retirarse de inmediato.
• Rechazo agudo:
Es un tipo de rechazo en cualquier momento del trasplante de órganos, y con diferente severidad.
• Rechazo crónico:
Es producto de un rechazo permanente por parte del sistema inmune al órgano trasplantado. Puede durar años y con el tiempo irá dañando los tejidos del nuevo órgano.
Síntomas del rechazo de trasplante
Cuando se presenta un rechazo de trasplante por parte del sistema inmunológico es probable que se hayan síntomas como disminución del volumen urinario o dolor en sitio del trasplante. Eso sí, se puede corroborar con revisión de la función renal con pruebas de creatinina (para trasplante renal). Y, en el caso de elevación significativa, el órgano trasplantado será llevado a biopsia.
Ante cualquier complicación o malestar tras recibir el trasplante de órgano, es necesario dirigirse a un centro médico para recibir diagnóstico. Y, de ser necesario, recibir el debido tratamiento.
¿Existe tratamiento para el rechazo de órgano?
Sí. Previo al inicio del tratamiento del rechazo del trasplante el paciente se practica biopsia del órgano. Y, de acuerdo a la clasificación del rechazo, condiciones médicas del paciente y evolución de la función del injerto el médico, se define el tratamiento a seguir.
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