La enfermedad renal crónica (CKD por sus siglas en inglés) es una insuficiencia que afecta a los riñones. Además, es una afección que pueden padecer personas de cualquier edad. Según la Fundación Nacional del Riñón, esta enfermedad afecta al 10% de la población mundial y, tan solo en los Estados Unidos, perjudica a 37 millones de personas, quienes deben recibir hemodiálisis y tratamientos especializados. Por ese motivo, aquí te contamos cuáles son las etapas de la enfermedad renal crónica y cómo tratarlas.
De acuerdo a esta organización estadounidense, la enfermedad renal crónica causa más muertes que el cáncer de mama o de próstata, muchas de ellas porque no tienen acceso a tratamientos asequibles.
Adicionalmente, se estima que 2 millones de personas en el mundo deben recibir tratamiento con diálisis o trasplante renal para mantenerse con vida y, sin embargo, este número solo representa una pequeña cantidad de todas las personas que deberían recibir tratamiento.
En este panorama, es indispensable que los pacientes tengan un conocimiento claro del avance de esta condición y los estadios de la enfermedad renal crónica para que sea posible realizar diagnósticos oportunos que reduzcan la posibilidad de llegar a las últimas fases de la enfermedad renal crónica. De tal suerte que es clave identificar las etapas de la enfermedad renal crónica para que tomes todas las precauciones posibles. Y, también sepas qué debe proporcionarte tu especialista en cada una.
Recuerda que ante la aparición de uno o más síntomas de la enfermedad renal crónica, debes asistir a tu centro médico de confianza.
• Etapa 1: fase temprana con funcionamiento renal normal
En la primera etapa de la enfermedad renal , los pacientes pueden presentar un funcionamiento renal normal con una Tasa de Filtración Glomerular o TFGe (volumen de fluido filtrado por unidad de tiempo) de 90 o mayor. Aquí, tu especialista debe preocuparse por identificar la causa origen de la condición y retrasar el avance de la enfermedad.
Para llevar un correcto seguimiento de la enfermedad, lo ideal es que solicites un TFGe actualizado y lo verifiques con frecuencia para estar al tanto del estado de la insuficiencia. Además, debes seguir al pie de la letra las recomendaciones médicas y no tomar más medicamentos de los recetados por el especialista.
Recuerda llevar un estilo de vida más saludable, comiendo bien, dejando hábitos nocivos como fumar, haciendo ejercicio y descansado bien. Todos estos factores tienen un efecto en el avance o retroceso de la enfermedad.
• Etapa 2: fase temprana con pérdida de la función renal leve
En esta etapa el paciente ya presenta una falencia renal leve que corresponde a un TFGe de 89 a 60. Al igual que en la anterior, el especialista debe enfocarse en tratar la afección subyacente que dio paso a la insuficiencia.
En este paso también debes estar al tanto del valor de la TFGe, seguir las recomendaciones del especialista, evitar tomar medicamentos sin autorización de tu médico de cabecera (ya que esto puede empeorar el deterioro renal) y llevar un estilo de vida saludable que no propicie el avance de la enfermedad.
• Etapa 3: pérdida de la función renal moderada
En esta etapa del proceso, los pacientes presentan síntomas como recuento sanguíneo bajo, desnutrición, dolor de huesos, dolor inusual, entumecimiento, disminución de la agudeza mental y malestar general. Aquí la TFGe puede estar entre 59 y 45 o, en casos más graves, entre 44 a 30.
En este punto, el tratamiento debe ser llevado por un especialista en riñones, quien evaluará tu salud y modificará el tratamiento para tratar las afecciones subyacentes a la enfermedad.
Lo que los pacientes en etapa 3 de la enfermedad renal crónica deben hacer es acudir a un dietista renal para iniciar una dieta especial para el tratamiento de la insuficiencia, seguir toda indicación del especialista y estar en constante supervisión médica.
• Etapa 4: fase tardía o pérdida grave de la función renal
En este punto hablamos de una TFGe de 29 a 15 y síntomas como anemia, hipertensión arterial y niveles anormales de fósforo, calcio y vitamina D en la sangre. Para esta etapa, debes hablar con tu especialista sobre los diversos tratamientos que existen. Asimismo, deben definir cuál se ajusta mejor a tu estilo de vida. Aquí deberás empezar a considerar la diálisis o un nefrectomía o trasplante renal.
Cuando elijas un tratamiento deberás prepararte, si es una diálisis en casa o en el centro de salud. Lo ideal es planear toda la logística para el tratamiento que deberás asumir y acomodar el sitio del acceso. Es decir, en donde estará ubicado el equipo para la diálisis.
En todas las etapas es importante contar con apoyo emocional y psicológico. Sin embargo, aquí también es esencial saber con qué ayuda o apoyo de cuidado cuentas en tu familia o seres queridos. Esto lo harás para elegir el tratamiento correcto y que esté dentro de tus posibilidades.
• Etapa 5: enfermedad renal crónica
Aunque esta es la fase terminal de la enfermedad, no significa que sea el final de la vida. El nefrólogo valorará el mejor tratamiento para tu situación y la opción de un trasplante del organo afectado. En este estado, la Tasa de Filtración Glomerular es de menos de 15. Lo anterior significa que ninguno de los riñones trabaja lo suficiente para mantener saludable el organismo. Por lo que si aún no has decidido un tratamiento, debes hacerlo en este punto.
Algunos de los síntomas que puedes experimentar son uremia, fatiga, dificultad para respirar, nauseas, vómitos, dolor en la zona lumbral, niveles anormales de tiroides, entre otros.
La enfermedad renal terminal (IRT) puede ser tratada con diálisis peritoneal en el hogar, hemodiálisis en el hogar o en el centro médico, trasplante de riñón o cuidados paliativos de apoyo sin diálisis.
Recuerda que Colombiana de Trasplantes es un centro de trasplantes de órganos en Colombia especializado con profesionales de diversas áreas de la medicina, prestos para ofrecerte un servicio integral de salud que garantice una mejoría en tu calidad de vida. Nuestro objetivo es que el procedimiento de trasplante sea exitoso y puedas tener una segunda oportunidad de vivir una vida plena y feliz.